Desde que somos pequeños se nos enseña acerca de los sentidos, y su importancia, uno de ellos y de los cuales depende casi todo nuestro cuerpo, es el tacto.
El tacto tiene diferentes funciones, más allá de tan sólo «sentir», ya que, es un sentido muy completo y en el que interviene uno de los órganos más extensos del cuerpo humano: La piel.
Tabla de Contenidos
¿Qué es el tacto?
El tacto es uno de los cinco sentidos de los que dispone el cuerpo humano,y es dependiente del órgano más extenso del organismo, es decir, la piel.
Además, de la piel, también actúa en conjunto con el sistema nervioso, de esta manera capta ciertos estímulos que se traducen luego en una respuesta sensorial.
¿Cuál es la función del sentido del tacto?
Uno de los sentidos más importantes debido a que puede incluso funcionar sin depender del resto es precisamente el tacto.
Cabe destacar, es también compartido entre seres humanos y animales.
Su función es realmente compleja y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de todo lo que podemos percibir a través de él, ya que, resulta involuntario.
Sin embargo, si se debe hacer una lista de las funciones se podría determinar de la siguiente manera:
Percibir texturas y formas
Ya sea una textura suave, lisa o rugosa, gracias al tacto es que se pueden percibir éstas.
Este sentido, permite que al tocar alguna superficie u objeto se tenga la capacidad de distinguirla según sea su textura, e igualmente su forma.
Aunque, por lo general se suele enseñar que es mediante las manos con las que se perciben esas texturas, la realidad es que, en un contexto más amplio, toda la piel puede percibirla.
Percepción de sensaciones térmicas
El frío o calor, son también percibidas gracias a este sentido, ya que, aunque no lo parezca es por el tacto que podemos reconocer estas sensaciones.
Sensación de placer o dolor
Muchas veces existen situaciones que se pueden sentir sólo gracias a este sentido, y que no nos damos cuenta y pasamos desapercibido, por creer erróneamente que es tan sólo un sentido con una función específica.
Poder sentir dolor o algo de placer, son parte del tacto, ya que, para que esto suceda actúan algunos receptores en conjunto con el cerebro.
¿Cómo funciona este sentido?
Aunque muchas veces no te des cuenta del funcionamiento de este sentido, debido a que suele asociarse sólo a tocar, su verdadera función es más extensa de lo que se cree.
Para ello, en el organismo actúan diversos elementos que son los que hacen posible que este sentido permita que puedas captar los estímulos.
Todo comienza a través de la piel, este órgano formado por tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis.
La epidermis es la que se encarga de brindarle el color a la piel a través del pigmento llamado melanina, la hipodermis, es una capa interna dónde se localizan los tejidos grados.
Mientras tanto, la dermis, ubicada debajo de la antes mencionada, es precisamente dónde se encuentra localizado el tacto, debido a que en esta capa es donde se localizan las terminaciones nerviosas, así cómo otras glándulas y los vasos sanguíneos.
En la dermis es donde ocurre todo el proceso sensorial que nos permite tocar y sentir frío, calor, entre otras funciones.
Cuando percibimos, tocamos, nos tocan o incluso golpeamos algo, estás terminaciones envían estímulos, a través de los receptores quienes envían al cerebro la información y éste lo traduce enviando una respuesta.
¿Cuáles son los receptores que intervienen en el proceso del tacto?
En este interesante proceso del tacto intervienen varios receptores que son los encargados de llevar los datos al cerebro y que este los convierta en una respuesta.
Algunos de esos maravillosos receptores son los siguientes: mecanorreceptores, termorreceptores y nociceptores.
En el primer caso, estos son los encargados de percibir o transmitir las sensaciones táctiles, en este grupo actúan diversos receptores tanto interiores, como exteriores.
En el segundo caso, como su nombre lo indica son los encargados de las percepciones de temperatura, es decir, gracias a ellos se puede sentir el frío o el calor.
Y los últimos, son los culpables de que sientas o percibas el dolor, o al contrario, también los que te permiten sentir placer.
Todos ellos actúan gracias a fibras nerviosas que envían datos hasta el cerebro quien lo transmite como una respuesta, según sea cada caso.
Importancia del sentido del tacto.
Reconocer cuál es la función de este sentido, permite poder distinguir y entender cuál es la importancia que éste tiene para el organismo y la vida diaria.
Y es que gracias a él puedes sentir, y de esta forma, determinar formas, texturas, así cómo reconocer el frío o calor de un ambiente, entre otras cosas…
Es decir, permite que puedas incluso mezclar, crear, elaborar, al distinguir entre diferentes formas o texturas para inspirar obras de arte, por mencionar algún ejemplo.
Por otro lado, para los amantes del frío o calor, es mediante el tacto que se puede sentir y reconocer. Así que si odias o amas cualquiera de estas temperaturas, ya sabes quién es el culpable: El tacto.
Es un sentido muy completo, que incluso puede ayudarte a estar en alerta ante una situación que pueda poner en riesgo tu vida, gracias a la percepción del dolor.
Pero no sólo eso, sino que también puede regalarte las mejores sensaciones, gracias al placer.
Se puede decir, que el tacto no es tan cruel como parece, tiene sus pro y sus contra, porque aunque el dolor se asocie con algo negativo, en realidad es sólo la naturaleza intentando darte un mensaje de prevención.
Y este sentido tiene esa importante función, colocarte en alerta, y regalarte las mejores sensaciones sensoriales para que puedas percibir las bondades de la naturaleza, en cuanto a presión, temperatura, texturas y demás.
En fin, ¡Gracias tacto por todo!