A veces perdemos de vista la cantidad de estafas que, día a día, se suceden en línea. Una de las más complicadas es el robo o la suplantación de identidad.
El robo de identidad no es nuevo. Tampoco ha nacido en la era de internet. Ya era un problema antes de que Google apareciera en nuestras vidas. Sin embargo la aparición de internet ha elevado esta situación a niveles inverosímiles.
Se trata de un delito mediante el cual una persona, utilizando la información personal de otra, comete fraudes. El estafador se hace pasar por ti y, con tu identidad, delinque.
Compras con tarjetas de crédito, contratación de alquileres y obtención de créditos son apenas algunas de las actividades que los estafadores realizan utilizando el nombre —y la reputación crediticia— de las víctimas.
El mayor problema de este tipo de fraudes, es que las víctimas cuya identidad ha sido suplantada, recién se enteran del problema al recibir el resumen de la tarjeta de crédito o cuando los cobradores golpean la puerta de su casa.
En las líneas que siguen intentaremos mostrarte cómo protegerte de este delito.
Tabla de Contenidos
Fraudes más Comunes de Suplantación de Identidad:
- Compras con tarjetas de crédito de las víctimas.
- Obtención de tarjetas de crédito a nombre de las víctimas.
- Alta de servicios de agua, gas o electricidad a nombre de las víctimas.
- Compra de celulares a nombre de las víctimas: este ítem es especialmente sensible, porque los estafadores pueden utilizar ese móvil para cometer otros crímenes.
Consecuencias del Delito de Robo de Identidad
Las consecuencias pueden ser muchas y más o menos graves. Aquí les contamos las que suceden con mayor frecuencia.
Pérdida monetaria:
Si los delincuentes toman créditos en tu nombre o compran distintos objetos, podrías encontrarte en la situación de tener que gastar importantes sumas de para pagar cosas que no has comprado.
Afectación de crédito:
Si no puedes demostrar que tu identidad ha sido suplantada, tendrás que pagar lo que los delincuentes han gastado.
Pero si no tienes el dinero, podrías encontrarse en la situación de quedar moroso en tus pagos y, de ese modo, tu reputación crediticia podría verse afectada.
2 Formas de Suplantar la Identidad de una Persona
A pesar de la creencia popular de que la suplantación de identidad es algo que le ocurre a los famosos, todos podemos ser víctimas de este delito: sólo basta con que nuestros datos estén en las redes sociales y que nuestros datos queden a merced de un estafador.
Acceder a la cuenta de usuario:
El delincuente, a través de datos obtenidos con la técnica de phishing o utilizando malware, obtendrá tus contraseñas y te meterá en serios problemas.
Perfil falso:
En este caso, utilizando la información que tú mismo has dejado aquí y allá, el ciberdelincuente creará un falso perfil con imágenes y todo y, haciéndose pasar por ti, cometerá delitos.
10 Formas de Proteger Nuestra Identidad en las Redes
Utiliza contraseñas fuertes:
Tu fecha de nacimiento, la de tus hijos o las iniciales de tu nombre no son buenas ideas al momento de proteger tus cuentas. Sé creativo. Cuanto más compleja la contraseña, mejor.
No utilices la misma contraseña para todo
Es cierto que recordar muchas contraseñas puede ser engorroso, pero es mucho más seguro que tus contraseñas en las redes no sean las mismas que las de tu correo o las de tu banco.
Cuidado con las redes de Wi fi abiertas:
Si estás en un aeropuerto o en cualquier sitio público, ten en cuenta que la interceptación de datos puede ser más sencilla en esos lugares.
Para hacer compras, utiliza el protocolo “HTTPS”, y activa el modo de conexión segura al enviar correos electrónicos.
No guardes contraseñas bancarias en las APPS de tu móvil:
Si lo pierdes, los delincuentes la tendrán muy fácil para ingresar haciéndose pasar por ti y vaciar tus cuentas.
Alerta Phishing:
Si recibes correos electrónicos en los que te solicitan datos personales, nunca ingreses en los enlaces que te mandan. Sé cauteloso.
Sal del correo e ingresa mediante la web oficial del sitio. Así te asegurarás de dar tu información a quien tú quieras. Lo mismo sucede cuando te envían archivos adjuntos.
Mantén actualizados el software y los sistemas operativos:
No ignores las actualizaciones porque te ayudarán a protegerte.
Los programadores, constantemente, desarrollan tecnología para proteger nuestros equipos de malware, programas espías y todo tipo de riesgos para nuestra seguridad.
Mantén actualizados tus escudos y antivirus:
Procura que estos programas siempre estén en funcionamiento en tu ordenador o en tu móvil. A fin de cuentas, constituyen la primera línea de defensa contra los ataques.
No brindes a nadie tu número de PIN ni envíes los datos de tus tarjetas de crédito por correo electrónico:
En la medida de lo posible, para realizar pagos, utiliza procesadores como Paypal, que tienen en sus servicios, mecanismos de protección de identidad.
Toma precauciones fuera de línea:
Si bien internet es un terreno fértil para este delito, no es el único.
Procura no dejar sobres en el buzón de tu casa, no le des información a extraños y, vamos, utiliza el sentido común.
Ah: y no olvides destruir las tarjetas de crédito que no vas a utilizar.
Verifica siempre la identidad de tus contactos profesionales y comerciales:
Una comprobación no lleva mucho tiempo y puede ahorrarnos muchos dolores de cabeza.
¿Qué Hacer si Crees que Pueden Estar Suplantando tu Identidad?
- Cambia tus contraseñas de inmediato: no lo dudes ni esperes a estar seguro. Es mejor prevenir.
- Comunícate de inmediato a tu banco o las tarjetas de crédito: avisa de la situación y verifica si existen gastos que no hiciste. Si es así, desconócelos y haz el reclamo correspondiente.
- Advierte a todos tus contactos de la situación: si ellos notan algo extraño, podrán avisarte.
- Has la denuncia correspondiente.
En resumen, no es cuestión de tener miedo. Basta con ser precavidos. Que al fin de cuentas, si no te cuidas tú, nadie lo hará por ti.