La economía compartida, también llamada economía colaborativa o “entre pares” es un término nuevo que se usa para denominar al intercambio de bienes y servicios, en el que generalmente no participan intermediarios, ya que los pocos que participan son digitales y la comisión no es significativa.
Este tipo de economía busca obtener un intercambio, más que un beneficio económico, ya que, se basa en ayudar en función de ciertas necesidades específicas. En pocas palabras, es como un “trueque” de la economía moderna.
Así, podemos ver ejemplos de personas que alquilan autos, casas o algún bien, hasta llegar al ejemplo de grandes plataformas como Uber, Airnb, Airtm, entre otros.
Pero para que entiendas un poco más, sigue leyendo las próximas líneas…
Tabla de Contenidos
¿En qué consiste la economía compartida?
La economía compartida consiste en un “Ganar- ganar» a diferencia de la economía tradicional donde existe un “Pagar- ganar” es decir, ambos participantes del proceso obtienen ganancias con este modelo, y no sólo uno, es por esto, que también se le denomina como “economía entre pares o “economía colaborativa”.
Va reduciendo el proceso de intermediarios de la economía en la que se estaba acostumbrado en otros años, para volverlo un modelo mucho más sencillo y directo, donde cualquiera puede ofrecer un bien o servicio y ofrecerlo en el mercado al nicho que corresponde.
Actualmente este tipo de economía ha ido ganando bastante espacio, debido al auge de las tecnologías y el Internet, así podemos ver a empresas como Airbnb, Ubery hasta LinkedIn.
Plataformas que han ido creciendo y aumentando su confianza, debido a la facilidad que ofrece a usuarios y servidores para crear conexión y un servicio mucho más rápido, sencillo y accesible, a comparación de la economía tradicional.
¿En qué nos puede beneficiar?
Es realmente impresionante los grandes beneficios que ofrece este tipo de economía ya que, permite que ambos participantes del proceso económico obtengan una ganancia.
Algunos ejemplos de los beneficios, son el hecho de poder ahorrar, ya que, la mayoría de los precios son más accesibles que los que se pueden encontrar en una tienda o empresa convencional.
Igualmente, permite compartir gastos en un casa, en el caso del arrendamiento de una casa o apartamento. Lo mismo puede suceder con el alquiler de vehículos.
Además, en el caso de los que ofrecen servicios de taxi, se ahorran el tener que pagar comisiones a una empresa, y son ellos mismos los que obtienen la ganancia de su trabajo, debido a que la plataforma tan sólo obtiene ganancias por el uso de la misma.
También, ofrece la posibilidad de crear un ambiente más sostenible, esto se debe a que este modelo no discrimina sobre la venta o alquiler de productos que sean de segunda mano, permitiendo el reciclaje de bienes que antes eran desechados a la basura y evitando que se utilicen nuevos recursos para su fabricación.
Por otro lado, los “freelancer” o trabajadores independientes pueden darse a conocer a través de plataformas como LinkedIn y ofrecer sus servicios a empresas u otras personas al precio que mejor les convenga y en el horario de su preferencia.
En este último caso, existe un intercambio entre profesionales y empresas, donde ambos se benefician.
Tipos de economía compartida
Aunque existen varios tipos de economía compartida, algunos de los más comunes son los siguientes:
Consumo colaborativo.
Utiliza las plataformas digitales para el intercambio de los bienes o servicios, es decir, es a través de ellas donde los participantes de la economía se conectan.
Conocimiento abierto.
Se promueve el conocimiento sin ningún tipo de impedimento judicial, también se utilizan las plataformas digitales para la conexión entre los usuarios.
Producción colaborativa.
Es semejante al conocimiento abierto, ya que, en este tipo de economía también se ofrecen servicios y proyectos, pero con la diferencia de que éstos se producen en las mismas plataformas.
Finanzas colaborativas
Es también conocido como Crowdfunding, se trata de personas que apoyan económicamente proyectos o ideas, de una manera desinteresada.
Ejemplos de economía compartida
En la actualidad son varias las plataformas digitales que se basan en la economía compartida y muchas de ellas, seguramente ya la habrás escuchado nombrar o utilizado al menos una vez.
Uber
Es uno de los mejores modelos y ejemplos de la economía compartida. Esta plataforma de transporte permite que los dueños de vehículos puedan conectar con sus usuarios de una manera mucho más fácil y sin necesidad de tener que pagar a una empresa comisiones de su trabajo.
Además, le permite al usuario la seguridad de alquilar un coche con conductor propio y de pagar una vez finalizado el servicio, y adicionalmente, dejar una evaluación para futuros usuarios. Asimismo, el conductor puede también dejar la evaluación del cliente.
Airbnb
Airbn es una plataforma de alojamiento, permite que turistas de diferentes partes del mundo puedan conseguir un lugar donde alojarse, teniendo en consideración la puntuación de otros usuarios con respecto al arrendador.
Netflix
Esta plataforma de streaming permite que los usuarios ´pueden ver películas y series desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora, a cambio sólo se debe pagar una cuota mensual, pero resulta más barato para muchos que alquilar una película o ir al cine.
LinkedIn
LinkedIn es el mejor ejemplo de una plataforma de intercambio de servicio entre profesionales y empresas, permite que los usuarios creen sus perfiles de acuerdo a sus experiencias y que otras puedan contratar por sus servicios, permitiendo que ambos se beneficien.
¿Cuáles son las desventajas de la economía compartida?
Aunque la economía compartida ofrece muchísimas ventajas, también tiene algunos aspectos negativos, uno de ellos, es que ofrece poca fiabilidad en algunos casos, ya que, no dispone de una normativa jurídica y los usuarios al ser desconocidos, pueden ser víctimas de estafa o de alguna situación peor.
Por otro lado, hay una desventaja muy notoria para las empresas y se trata de la reducción de ventas, ya que, la economía compartida abre un abanico de alternativas para la venta de bienes, como los productos usados, debilitando de esta manera a las empresas convencionales que sólo ofrecen productos nuevos.