Tener bolsas de líquidos en los pómulos es una incomodidad que le ha sucedido y le sucede a más de una persona. Se aprecian claramente en la zona del pómulo más cercana al ojo. Ocasionan molestias puesto que representan descuido, fatiga y falta de descanso o exceso de él.
Si algo debes tener claro es que no todas las bolsas que salen en los pómulos contienen líquidos, algunas son formadas por grasa que se acumula y son un poco más difíciles de tratar que las bolsas de líquido. Por lo tanto se debe tener una evaluación dermatológica que te aclare este aspecto.
Toma en cuenta que estas no representan grandes problemas, sin embargo, es obvio que deben ser tratadas, ya que el rostro dice mucho de tu salud general.
Por eso mismo hemos preparado para ti este post en el que verás los motivos. Ahora busca donde apuntar y sabrás cual es el que afecta. Sigue leyendo.
Tabla de Contenidos
5 Motivos de Tener Festones en los Pómulos
La cara es una de las áreas corporales más sensibles y finas. Esta delicadeza hace que cualquier factor influya fuertemente en ella y su apariencia. Y las bolsas en los pómulos son un mal que aqueja a todo el mundo, desde las personas más jóvenes hasta las más ancianas.
De hecho, los edemas malares (como también se les conoce) son una muestra de la retención de líquidos que se fomenta en las áreas más débiles de la cara. Pero, esta retención de líquidos puede estar sujeta a distintos factores, los cuales te describiremos ahora mismo.
1. Mal Dormir
Al dormir el cuerpo debe retener los líquidos que no ha podido sacar durante las últimas horas del día. Si a esto le sumas estar durmiendo de forma incómoda o un tiempo demasiado corto con respecto al esfuerzo físico que has tenido ese día, el resultado serán bolsas en los pómulos.
El descanso es vital para mantener tu cara fresca, por eso el mal dormir siempre será fomentador de la aparición de esas feas bolsas. Dormir mal también implica las noches de insomnio en las que duermes un par de minutos y despiertas varias veces por la noche.
Esto hace que el cuerpo se descontrole en las funciones que se deben llevar a cabo mientras duermes, que entre otras cosas, influye en el alivio de las tensiones y la recarga de energía para el próximo día.
Igualmente, el uso de una almohada muy delgada o la falta de una, puede permitir que llegue al rostro más líquido del que debería llegar. Al no poder regresar a los riñones y bajar hasta la vejiga, se retienen en los pómulos y es por eso que amaneces con el parpado inferior abultado.
2. Edad Avanzada
Los pliegues de fluidos en los adultos mayores es una característica muy popular. La razón es que a estas edades la piel de los pómulos y del cuerpo en general se hace mucho más delgada y débil. Igualmente los líquidos ingeridos quedan por más tiempo vagando en el cuerpo.
Tener frunce de líquidos en los pómulos cuando se tiene cierta edad es un indicativo suficiente para visitar al médico y recibir asesoría al respecto, ya que no solo puede estar reteniendo líquidos en la cara sino también en otras zonas del cuerpo donde los problemas pueden ser mayores.
En una edad avanzada las personas siempre están predispuestas a padecer de bolsas de líquido en los pómulos debido a que los músculos de la cara ya no tienen la firmeza y fuerza de dirigir el agua como lo hacía en la juventud.
3. Enfermedades Renales
Las enfermedades renales son la causa más inevitable de las bolsas malares. Estas como ya se sabe, pueden afectar a niños y adultos, lo que influye en la inflamación de diferentes partes del cuerpo, incluyendo los pómulos.
Padecer de enfermedades renales se traduce en la disfunción que sufre el organismo al no poder procesar, utilizar y desechar los líquidos que se consumen diariamente en los alimentos y bebidas. Este problema compromete a los riñones y también a los conductos por donde sale la orina.
Al no poder expulsar los líquidos sobrantes, el cuerpo absorbe más fluidos de los necesarios. Esto lleva a que la sangre esté más aguada y que los líquidos que transporta se queden en las áreas más delicadas del cuerpo, lo que hace inevitable la aparición de las conocidas bolsas.
4. Cansancio
Estar cansados y no poder dormir produce la acumulación de líquido en la parte interna de los pómulos. La falta de buenas horas para dormir y liberar las cargas del día a día, del estrés laboral y familiar también compromete la lozanía de tu rostro.
El cansancio es uno de los factores por los que te salen festones, puesto que al necesitar descansar, el organismo comienza a tener funciones que habitualmente tendría al estar dormido. Estar agotado permite que el cuerpo se distorsione y que los líquidos se retengan.
5. Exceso en el Consumo de Sal
Comer con abundante sal es un motivo para que te estén apareciendo malar montículos. Y es que la sal en exceso hace que el cuerpo aumente la cantidad de líquido retenido. Aunque este sea un condimento muy rico para los alimentos se debe regular su consumo.
De hecho, el exceso en el consumo de sal puede contribuir a la aparición de estas bolsas cuando al mismo tiempo se están presentando otras situaciones detonantes como el mal dormir, la falta de descanso, la edad avanzada o los problemas renales. Varios factores juntos son suficientes para su aparición.
Generalmente las bolsas de líquidos en los pómulos son una señal de que el cuerpo está reteniendo los fluidos. Pero en la mayoría de los casos, esta es una situación que puede arreglarse con la toma de ciertas medidas simples.