En nuestros ojos hay un lente natural llamado EL CRISTALINO que nos permite ver de cerca o lejos sin problemas acomodando la percepción de los objetos y mejorando su enfoque; es como el ZOOM de nuestras cámaras digitales.
Después de los 40 este lente se comienza a endurecer dificultándonos mirar los objetos de cerca y haciendo casi imposible leer sin la ayuda de anteojos, a este proceso se le llama Presbicia o vista cansada.
Tabla de Contenidos
¿Somos Responsables de que este Molesto Proceso Comience a Suceder?
Sorprendentemente la respuesta es no, es un proceso natural de nuestros ojos. Así como las arrugas y canas aparecen, el cristalino va haciéndose más grueso y perdiendo elasticidad, lo que hace que su función principal de enfocar nuestra visión aclarando lo que miramos de cerca, sea cada vez más compleja.
Este proceso degenerativo se va dando lenta y progresivamente, si bien algunos pacientes aseguran que el cambio en su visión ocurrió de la noche a la mañana.
Afecta tanto a hombres como a mujeres al entrar en su cuarta década de vida; Aunque en algunos casos se manifiesta muy prematuramente a partir de los 35 años, por la presencia de cataratas o al uso de algunos medicamentos anti-hipertensivos y corticoides que aceleran este proceso.
¿Qué síntomas indican el comienzo de la Presbicia? ¿Y qué hacer si se presentan?
- Visión borrosa o dificultad para ver de cerca sobre todo al leer, escribir, coser, conducir o cuando la luz ambiental es deficiente.
- Ojos rojos, ardor, lagrimeo frecuente y sensación de sequedad.
- Dolor de cabeza ocasionado por el agotamiento constante de los ojos al querer enfocar.
- Fatiga ocular luego de intentar leer o al estar mucho rato frente al computador.
- Tener que alejar los objetos para verlos más claramente.
- En caso de personas con problemas de miopía, estos deben quitarse los anteojos para poder ver de cerca.
Al presentar alguno de estos síntomas se debe acudir al oftalmólogo para realizar los exámenes correspondientes y diagnosticar esta o cualquier otra anomalía ocular lo antes posible.
Tratamiento y Correctivos
Hasta el presente la presbicia no se considera una enfermedad por lo que no se puede decir que tenga cura o no. Y aunque se ha intentado corregir con algunos tratamientos vitamínicos, estos no han dado resultado.
No obstante, existen métodos correctivos que se pueden utilizar a medida que la afección vaya en aumento. Entre ellos están:
- Al comienzo se pueden usar lentes de lectura para corregir la presbicia, que se consiguen sin prescripción facultativa en farmacias y ópticas.
- Al pasar de los 55 años ya es bastante avanzada la rigidez del cristalino y los músculos que le ayudan a moverse, y se debe optar por el uso de lentes correctivos: bifocales que dan la opción de ver bien de lejos y de cerca o progresivos que ayudan a ver bien de cerca, de lejos y en distancias intermedias, según recomiende el especialista en cada caso y dependiendo del trabajo de la persona.
- También pueden hallarse intervenciones quirúrgicas como la cirugía refractiva o laser de monovisión la cual cambia la forma de la córnea en cada ojo, en uno para ver de lejos y en el otro para ver de cerca. Este es un tratamiento superficial y poco invasivo que puede resultar excelente en algunos pacientes por bastante tiempo y en otros no.
- Además existe la implantación de lente intraocular multifocal de última generación el cual sustituye al cristalino de manera permanente y evita a su vez la aparición a futuro de cataratas y otras enfermedades del ojo. Requiere un estudio minucioso de la persona, pues no todos los pacientes son candidatos a realizarse dicha intervención, especialmente si presentan otro tipo de enfermedades o daños oculares. Esta es una de las opciones más costosas del mercado actual.
Consejos y Recomendaciones
Desde temprana edad el tener hábitos saludables y llevar una buena alimentación son las claves para ayudar a prevenir complicaciones y riesgos de salud visual en general.
Por ello se recomienda una dieta que incluya un consumo regular de alimentos con alto contenido de:
- Vitamina C y E: Favorecen la regeneración de los tejidos, protegen los ojos de las radiaciones ultravioleta y previenen problemas del cristalino. Están presentes en la naranja, fresa, kiwi, melón, tomate y pimientos rojo y verde.
- Ácidos grasos omega 3, DHA y EPA: Presentes en mariscos, pescados, frutos secos y semillas como la chía y la linaza estos elementos ayudan a mantener la elasticidad en la retina y enriquecen las proteínas que componen al cristalino.
- El Zinc: Ayuda a prevenir enfermedades degenerativas del ojo y se halla en carnes, chocolate amargo, huevos, ostras y
- La Luteína: Es un antioxidante que contribuye en la protección de la vista y se encuentra en alimentos de color amarillo y verde como la papaya, maíz, col verde, coliflor, hojas de nabo, guisantes, brócoli y espinacas.
También es Recomendable:
- Usar lentes con protección UV cuando exista exposición al sol por largos períodos de tiempo, porque causan daños irreversibles en los ojos.
- Realizar actividad física de forma habitual puede proteger contra enfermedades oculares graves como degeneración macular relacionada con la edad y glaucoma.
- No fumar, pues aumenta el riesgo de enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular relacionada con la edad y otros daños por contacto del humo en los ojos.
- Evitar la fatiga ocular, haciendo breves descansos al usar el computador o teléfono celular por períodos prolongados de tiempo.
- Al realizar tareas que requieran una clara visión como coser, escribir o leer, ilumine el lugar lo mejor posible evitando trabajar con luz deficiente.
- Utilizar los lentes adecuados recetados por un médico especialista.
- Realizar chequeos médicos preventivos regularmente.
- Probar la realización de ejercicios oculares de manera regular. Este es un procedimiento relativamente nuevo y poco común, pero algunas personas dan testimonio de que les ha funcionado muy bien e incluso les ha ayudado a mejorar su visión. Sin embargo no hay estudios científicos que corroboren o desmientan estas afirmaciones.
En conclusión, podemos decir que si bien la presbicia resulta algo molesto con lo que lidiar, se puede tomar acción para que esta condición médica no represente un obstáculo en la continuidad de nuestras actividades cotidianas.