Las llamadas grasas trans son compuestos químicos conocidos como ácidos grasos insaturados de un alto contenido energético. En la mayoría de las culturas del mundo moderno caracterizadas por tener una actividad social y económica muy dinámica.
Esta grasa forman parte de la dieta diaria y se consumen como frituras, comidas chatarras y alimentos procesados. Se considera que el consumo excesivo de estos ácidos grasos es perjudicial para la salud.. Productos como la leche, la carne de cordero o de ganado vacuno contienen grasas trans, también en el aceite para las frituras cuando es sobrecalentado.
¿Cómo se Producen las Grasas Trans?
Las grasas trans se originan de dos maneras, ellas son la natural y la industrial.
Las de origen natural: son producidas por medio de la acción bacteriana en el estómago de los rumiantes (el ganado vacuno, bovinos y caprinos) en la parte conocida como rumen. Estas grasas primero son absorbidas por el sistema gastrointestinal y después llevadas a los músculos y la leche. Encontrándose en pequeñas cantidades en las carnes, la leche y sus derivados.
En la industria: los ácidos grasos trans, se elaboran a partir de aceites naturales vegetales o animales que han sido expuestos a un proceso químico llamado hidrogenación, procedimiento en el que se le añade hidrógeno a estos aceites, teniendo como resultado que se transformen en grasa sólida más estable con disminución de su capacidad de degradación.
La hidrogenación, como procedimiento químico es utilizado por la industria procesadora de alimentos para elaborar derivados de los aceites naturales, teniendo un producto final químicamente menos perecedero, es decir, alarga el tiempo de vida medio del producto y de disminuye la capacidad de combinarse con otros y es más estable al enranciamiento oxidativo de origen natural. Entre ellas las conocidas como manteca y margarinas.
¿Dónde se Encuentran las Grasas Trans?
Existe una gran variedad de grasas alimenticias elaboradas por la industria alimentaria mundial; siendo la más perjudicial para la salud los nombrados como ácidos grasos o grasas trans.
Estas se hacen presentes cuando los aceites, por medio de procesos químicos, pasan de estado líquido a sólido, como por ejemplo, las mantecas y las margarinas.
Se encuentran en los alimentos fritos, en las comidas llamadas “chatarras” o “comidas rápidas”, en procesados o en la mayoría de los empacados, también, en las tortas, galletas y productos alimentarios provenientes de la industria de la repostería, panaderías.
Además, en mantecas y margarinas, palomitas de maíz y los precocinados, pastas, pizzas y salsas. También las carnes rojas y lácteos contienen estas grasa, pero en muy poca cantidad.
Alimentos con alto contenido de ácidos grasos trans. | ||
Alimento | AGT(g/100 g de alimento) | Origen |
Burritos | 0,9 | Industrial |
Caldo de pollo en cubos | 1,95 ( 0,05 – 3,85 | Industrial |
Carne | 1,0 | Natural |
Crema de cacahuate | 1,9 (0,7 – 3,1) | Industrial |
Croissant | 3,0 (0,7 – 7,6 ) | Industrial |
Donas | 3,9 (0,5 – 7,8 ) | Industrial |
Enchiladas | 1,1 | Industrial |
Galletas | 3,5 ( 0,3 – 8,1 ) | Industrial |
Hamburguesas | 3,0 (0,8 – 7,5) | Industrial |
Leche entera | 0,09 (0,07 – 0,1) | Natural |
Mantequilla | 3,9 ( 2,0 -7,0 ) | Natural |
Margarina dura | 39,8 (31,1 – 44,6 ) | Industrial |
Palomitas de maíz | 3,0 | Industrial |
Papas fritas | 1,4 (0,1 – 5,7) | Industrial |
Pizza | 7,2 ( 5,7 – 8,7) | Industrial |
Impacto en el Organismo
El consumo en exceso de ácidos grasos trans, es perjudicial para el organismo humano, esta afirmación está demostrada por las ciencias de la salud e implantada por la Organización mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana para la Salud (OPS).
De hecho, tu cuerpo no necesita consumir grasas trans y si lo requiere deberá ser en mínimas cantidades. La mayoría de los productos alimentarios procesados y empaquetados tienen una etiqueta de información donde se muestra la cantidad de estas grasas que contiene el producto.
La ingesta excesiva puede producir cambios, alteraciones y enfermedades que afecten el buen funcionamiento de tu cuerpo. Está demostrado que ocasiona problemas de aumento del peso corporal, problemas vasculares obstruyendo las arterias y venas, lo cual dificulta la circulación sanguínea hacia órganos vitales. Influye significativamente en el aumento del colesterol malo (LDL) y en la disminución del colesterol bueno (HDL).
Otra afectación es el daño hepático, debido a regímenes alimenticios con altos niveles en grasas trans se acumulan en el hígado aumentando el peso y tamaño del mismo, lo que ocasiona un mal funcionamiento de este órgano vital, como por ejemplo la disminución de la función desintoxicante y de algunas enfermedades asociadas como hígado graso y hepatitis viral.
A sabiendas que las grasas, en general, son importantes para el organismo por su contenido energético, también contribuyen a la absorción de vitaminas fundamentales para la vida como lo son la A, D, y de pigmentos como los carotenos.
Por la razón antes mencionada, es necesario que estén presentes en la dieta de todo mamífero, animal o humano, en las cantidades estrictamente necesarias. Lo importante es saber cual tipo de grasa se debe consumir, debido a que no todas afectan por igual a los organismos.
Por otra parte, los estudios clínicos sobre la cantidad de grasas trans que se debe consumir diariamente no debe ser mayor del 2%, sin embargo esta cifra se asocia con el 23% de eventos cardiovasculares. Por esta razón tanto la Organización Mundial para la Salud como la Organización Panamericana para la Salud difunden encarecidamente eliminar su consumo o a reducirlo a menos del 1%.
Los estudios a nivel mundial sobre las grasas trans (sus efectos favorables y desfavorables), para finales del siglo XX, señalan que las los ácidos grasos trans son un factor de riesgo significativo para sufrir de un suceso cardiovascular y cerebrovascular y además se relacionan con los procesos inflamatorios. Así como también con la aparición de diabetes y cáncer.
La ingesta en exceso de grasas trans, se ha asociado con la presencia de tejido adiposo alrededor del estómago, también conocida como obesidad abdominal, y la relación de ésta con enfermedades cardiovasculares y diabetes. También con el aumento de peso corporal.
Estudios recientes en la relación consumo de grasas trans, peso corporal de la madre y peso del recién nacido a los tres meses, los resultados revelaron una proporcionalidad directa y positiva en el peso de recién nacido a los tres meses de edad.
Indiscutiblemente, las grasas trans no son nada saludables y su consumo debe ser en pequeñas cantidades, de lo contrario usted puede llegar a sufrir peligrosas enfermedades a corto o largo plazo, por esta razón, lo mejor es optar por cambiarlas a grasas mucho más beneficiosas como las monoinsaturadas y poliinsaturadas.