Las nuevas técnicas de implantología oral, los avances en la sedación farmacológica y los estudios sobre regeneración de los huesos de la boca están logrando incrementar, de forma considerable, las ventajas, la eficiencia y la eficacia de los tratamientos para sustituir piezas dentales perdidas.
Los beneficios que reportan los implantes dentales son más que evidentes. Sin embargo y antes de interesarse por esta innovadora técnica, resulta conveniente realizar un ejercicio de análisis en torno a sus ventajas e inconvenientes.
Tabla de Contenidos
Ventajas de los implantes dentales
Los implantes dentales han supuesto, sin lugar a dudas, una revolución en la odontología contemporánea. Estos procedimientos vienen a colmar una necesidad médica y estética de primer nivel: poseer una dentadura completa y cómoda, que permita al paciente masticar satisfactoriamente y mejorar la imagen de su rostro y su sonrisa. Sus beneficios más destacados son:
Permanencia
Un implante dental es la solución más eficiente y duradera para la pérdida de piezas naturales. Se trata de un tratamiento que permanece en el tiempo y que posee un escaso porcentaje de rechazo, al emplearse materiales biológicamente compatibles. Como ya indicamos en otro post, a los 15 años de la intervención el 90 por ciento de los implantes continúa realizando su cometido y en perfectas condiciones. No obstante, es crucial llevar a cabo un programa de revisiones periódicas, para evitar infecciones, desajustes y sufrimiento de los tejidos duros y blandos que rodean el aditamento.
Comodidad y funcionalidad
La fijeza y estabilidad que aportan a la dentadura no es comparable a la de otros tratamientos. Para hacernos una idea sobre el grado de comodidad de los implantes, basta con imaginar la liberación que, para los usuarios, supone prescindir de las prótesis convencionales, de los pegamentos y de los molestos e incómodos movimientos al masticar. Además, la técnica es muy segura, no invasiva y, en ciertos casos, el paciente puede disponer de dientes fijos provisionales en tan solo 24 horas. Las intervenciones están bien protocolizadas y, generalmente, sólo provocan molestias leves.
Tras un implante realizado con éxito, la funcionalidad de la dentadura queda restablecida prácticamente por completo. La masticación y la mordida se recuperan al cien por cien.
Salud bucal y calidad de vida
Los implantes contribuyen a mejorar la salud integral de la boca y del organismo. La limpieza de los mismos es más sencilla y rápida que la de otras prótesis y, además, no es necesario intervenir en las piezas adyacentes. Por otro lado y a diferencia de lo que ocurre con las dentaduras postizas, se mantiene la actividad de los huesos maxilares, eludiendo su reabsorción y ayudando a que continúen fuertes y resistentes. Todo ello se debe a la sustitución de las raíces naturales por las de titanio quirúrgico. Por último, cabe resaltar también que los implantes dentales permiten llevar una alimentación completa, haciendo posible la masticación e ingesta de cualquier tipo de producto.
Estética y autoestima
Con esta técnica se consigue una sonrisa limpia y natural, realzando al mismo tiempo los rasgos faciales de cada persona. Ello se debe a que los implantes se ajustan como un guante a la mandíbula o maxilar superior del paciente. La corona pasa desapercibida a simple vista. Con todos estos cambios, la autoestima y seguridad personales se ven reforzadas, circunstancia que contribuye a mejorar la calidad de vida.
Inconvenientes de los implantes dentales
Como cualquier otro procedimiento médico, el implante dental también posee ciertos aspectos negativos o inconvenientes, que no está de más recordar. Eso sí, hay que ser justos y señalar que éstos constituyen una minoría, si los comparamos con los beneficios que esta técnica quirúrgica reporta a las personas que han perdido alguna pieza dental.
Precio
Para realizar un implante dental se precisan medios de gran sofisticación técnica y quirúrgica, circunstancia que, obviamente, encarece el tratamiento. El procedimiento es caro, aunque deben valorarse los beneficios que conlleva y la duración en el tiempo de sus efectos positivos.
Factor óseo
Es necesario que los huesos maxilares gocen de buenas condiciones óseas, si deseamos que el implante dental resulte un éxito. En ciertas ocasiones, por consiguiente, es preciso adoptar otras alternativas, por ejemplo, en pacientes con poco grosor en la mandíbula o con osteoporosis severa.
Cirugía y tiempo
A diferencia de otros procedimientos, el que nos ocupa requiere de cirugía, con las consecuencias que de esa circunstancia se derivan. Es posible que surjan complicaciones, leves por lo general y relacionadas con infecciones, hinchazones, sangrados o problemas biológicos del receptor, durante las primeras fases del tratamiento. Además, pueden ser necesarias varias intervenciones y visitas al odontólogo, hasta concluir por completo el proceso.
La tasa de éxito de los implantes dentales (98 por ciento) es un porcentaje esclarecedor en torno al perfeccionamiento de esta técnica quirúrgica y sobre los beneficios que la misma reporta a quienes han perdido una o varias piezas dentales. Es cierto que el tratamiento es caro y está sometido a las complicaciones lógicas de una intervención de estas características, pero en la gran mayoría de los casos compensa con creces el resultado final obtenido.