A lo largo de nuestra vida transcurrimos diferentes etapas las cuales traen retos que enfrentar. Uno de los retos típicos de la adolescencia y los años de pubertad es el tan indeseado acné.
Aunque para muchos es algo que se supera con el tiempo y el crecimiento hay casos en los que este puede mantenerse hasta la edad adulta, o bien puede reaparecer sin razón aparente tiempo después de lo comúnmente establecido.
[wpas_products ASIN=B00GY1YGNQ]Esto puede deberse a muchas causas las cuales explicaremos a continuación, así como otorgaremos una serie de recomendaciones que podrían ser útiles. Siempre se debe tener en cuenta que en casos graves o persistentes lo mejor será recurrir a un experto en dermatología.
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El acné ocurre cuando los poros de la piel se ven obstruidos con grasa, sebo, piel muerta, restos de maquillaje u otros elementos que al interactuar con ciertas bacterias forman lo que se conocen como espinillas o granitos.
Si bien el acné tardío es producido por causas similares a las del acné adolescente existen algunos detalles entre ellos que los diferencian y que incluso pueden advertir de otra afección que puede estarse padeciendo sin ser consciente de ello.
Generalmente el acné en adultos puede ser causado por:
- Genética: Es más probable que una persona desarrolle grandes brotes de acné si sus padres u otra ascendencia próxima también los tenía.
- Estrés: La nueva enfermedad del siglo resulta ser culpable de grandes trastornos no solo a nivel psicológico sino también físico de quien la sufre. Esto se ha podido ver en pacientes que debido a las presiones que soportan continuamente desarrollan trastornos dermatológicos de gravedad variable.
- Consumo de tabaco o cigarrillos: Este hábito nada beneficioso también ha resultado culpable de desencadenar la aparición de acné en ciertas personas o bien agravar el estado de dicha afección, ya que disminuye el riego sanguíneo en la piel y esta no puede realizar correctamente su función de limpieza.
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- Alimentación desbalanceada: El aumento en el consumo de grasas saturadas, azúcares procesados y comida poco saludable en general puede afectar el equilibrio hormonal y ocasionar desajustes en la piel. En algunos casos ciertos alimentos pueden ser los desencadenantes de un brote de acné, para ciertas personas pueden ser, por ejemplo: los productos lácteos, el chocolate o la mayonesa, entre otros.
- Limpieza excesiva: Contrario a lo que podría pensarse el hecho de lavar la cara mucho o con intensidad puede resultar perjudicial debido a que puede generarse irritación, sensibilidad, resequedad u otras afecciones a las que el cuerpo responda produciendo más sebo del necesario, creando así un círculo vicioso.
- Enfermedades latentes o patentes: El acné también puede verse asociado a la existencia de ciertos padecimientos como diabetes tipo 2, síndrome de ovario poliquístico y determinadas enfermedades endocrinas. Por ello se recomienda consultar con un especialista en caso de no reconocer una causa aparente para el acné o desarrollar otros síntomas adyacentes.
- Roce o presión en la piel: El uso continuo de ciertas prendas o artefactos que produzcan fricción en áreas de la piel puede agravar el acné en tales áreas.
- Productos cosméticos: El uso, y en muchos casos abuso, de ciertos elementos cosméticos pueden causar exceso de grasa en la piel, obstrucción en los poros y lesiones cutáneas inflamatorias y, sea por ignorancia o indiferencia a dichos resultados, muchas personas continúan utilizándolos lo que hace peor la situación. Esto se ve manifiesto especialmente en personas con la piel sensible o aquellas que son susceptibles al desarrollo de alergias cutáneas. Esto es cierto incluso para productos capilares.
- Efectos secundarios de la medicación: Ciertos compuestos en determinados medicamentos como algunos antidepresivos pueden ser la causa de un brote de acné.
- Otros factores: La exposición a ciertas sustancias o condiciones ambientales, así como la obesidad o el exceso de sudoración también pueden contribuir a la aparición de acné tardío.
Tipos de Espinillas Según el Género
En las mujeres:
- Desórdenes hormonales: Las variaciones en la producción de ciertas hormonas como el cortisol, estrógenos y progesterona pueden aumentar las probabilidades de un brote de acné en ciertas ocasiones.
- Menopausia: Este factor se apoya en el anterior puesto que el también llamado “climaterio” desencadena una disminución en el nivel de estrógenos con lo cual se incrementa la secreción de grasa en ciertas áreas.
- Anticonceptivos hormonales: Aunque no es el caso para todas las personas, ciertas mujeres se han visto afectadas en la piel por el uso de algunos anticonceptivos.
- Embarazo: Como ya se mencionó anteriormente, ciertos desbalances en las hormonas femeninas pueden causar brotes repentinos de acné y esto suele presentarse especialmente en los primeros meses de embarazo.
En los hombres:
- Causas hormonales: Comúnmente se debe a la excesiva producción de andrógenos, o al aumento repentino de la testosterona que en algunos casos puede ser causado por medicación.
- Alopecia androgenética: Este tipo de enfermedad sensibiliza los folículos pilosos lo que hace que estos generen más sebo como protección y se forme el acné.
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Se recomienda que el acné sea tratado por un dermatólogo o médico especializado que determine la mejor manera de atacarlo utilizando:
- Medicamentos para el acné: Ya sea que se utilicen como cremas y geles tópicos o en forma de comprimidos o cápsulas por vía oral, este tipo de tratamiento y su uso en mayor o menor medida dependerá del origen de los brotes en cada paciente, puesto que no todos responden igual a cada proceso.
- Cuidados dermocosméticos: Tener una rutina adecuada de cuidado facial y de la piel en general es un punto clave para la prevención y curación del acné tardío.
- Tratamientos faciales profesionales: Procedimientos con láser, plasma rico en plaquetas, ácido hialurónico o inyecciones de cortisona, entre muchos otros, pueden servir a la hora de mejorar rápida aunque transitoriamente el aspecto de la piel y los brotes de acné repentinos.